El mito de la creación del mundo en la cultura maya es similar al de otras muchas culturas, incluida la judeocristiana, más conocida en Europa y Norteamérica.
La base fundamental es la conjunción de varios dioses en torno a un dios supremo (Hunab-Kú), quienes deciden crear la vida. Un detalle original en esta leyenda maya, como no podía ser de otra manera debido a su fuerte presencia en las costas de la Península del Yucatán y otras zonas costeras del antiguo Imperio Maya, es que la nada original en la que se encuentra el mundo es el mar: el mar cubre toda la superficie de la Tierra. El primer paso para la creación es crear la tierra firme.
También lo festivo es importante en esta versión (la estoy tomando de un artículo de María Clara de Greiff para el blog del Parque Xel-Ha, pero hay mucho material en Internet). Lo primero que hacen los dioses cuando se juntan a crear la Tierra es bailar y cuando se cansan comienza la creación.
El periodo de días que dura la creación también tiene diferencias pues es de doce, aunque si bien siete en la tradición cristiana se corresponde con los siete días de la semana, doce es el número de meses que tiene el año en el calendario que usamos nosotros actualmente, el Gregoriano. Curioso. Por cierto, uno de los tres calendarios mayas era de 365 días, pero ya hablaremos de eso en otro artículo.
Pero sin duda alguna, para conocer de buena fuente el mito de la creación del mundo en la cultura maya hay que acudir al Popol Vuh, el libro religioso por excelencia de una de las culturas mayas, la Quiché del sur de Guatemala, con influencia en parte de Centroamérica. Popol Vuh significa en lengua maya “Libro del Consejo” o “Libro de la Comunidad”, correspondiendo el vocablo “vuh” a la palabra “libro”.
Según este libro, los dioses mayas hicieron varios intentos de crear un ser que tuviese un predominio sobre la Naturaleza y el resto de los seres creados. El primer intento es crear un prototipo de lo que serían los humanos, pero de barro, y ante el fracaso de estos primeros, volvieron a las andadas para crear nuevos prototipos, esta vez de madera. Descontentos con estas criaturas los aniquilan mediante un diluvio, cómo no, aunque también aparece la posibilidad de que les convirtiesen, curiosamente, en monos. No es la única relación entre los humanos y los monos, sino que, tal vez con cierta reflexión sobre de donde provenía el ser humano, se hace un nuevo intento con la aparición de diversas parejas de gemelos que vienen a ser una especie de hombres monos. Estos gemelos son una especie de héroes, a caballo entre hombres y dioses, que organizan una buena sangría entre ellos.
Pero la creación definitiva de los seres humanos según el Popol Vuh surge de un elemento fundamental en la cultura de los mayas: el maíz. Los primeros cuatro hombres son creados con granos de maíz molidos. Después, las mujeres fueron creadas de su hombre correspondiente. El hecho de crear cuatro parejas diferentes posiblemente tenga que ver con los recuerdos mayas más antiguos sobre la existencia de cuatro tribus diferentes. De hecho, en este libro, el Popol Vuh, cada pareja termina hablando un idioma diferente y terminan separándose ante la imposibilidad de entenderse.
Popol Vuh en Wikipedia. (Ilustraciones: Creación del hombre maya, cuadro de Raúl Anguiano; página del Popol Vuh).
Francisco Cenamor
The Fives blog Playa del Carmen
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